Muchos son los que al acercarse el mes de diciembre de este año 2012 ya empiezan a preocuparse porque ha creido o escuchado con mucha atención a quienes han señalado que el fin de los tiempos esta muy cerca.

Lo cierto es que la biblia claramente nos habla acerca de como será la venida de nuestro Señor Jesucristo

Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor,

y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas.

Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.

Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. Marcos 13:24-27

- Habremos algunos que pretendiendo presentarnos delante de Dios querremos orgullosamente decir, mira mis buenas obras, mis  méritos, mi moralidad e incluso decir que hemos llevado una vida santa por méritos propios. 

Ciertamente la palabra ya nos avertía muchísmo años atrás que para DIOS nuestras obras de justicia son como trapos de inmundicia para él. 

Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. Isaías 64:6 

En que manera pretendemos presentarnos como justos ocultado nuestras verdadera naturaleza? 

- Habremos otros que habiendo despilfarrado nuestras vidas como si fuera completamente nuestras, como si no tuvieramos que dar cuentas de nada, como si todo aquello que se nos fue dado no tuvieramos que cuidarlo. Muchos que hemos vivido la vida siempre interesados en disfrutra de los derechos pero totalmente desinteresados en los deberes. 

Tal cual hizo el hijo prodigo. 

No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Lucas 15:13

- Habremos otros que por nuestra inconstancia en la Fe durante nuestro caminar espiritual no será hasta cuando ese momento llegue que pretenderemos recapacitar y abrir nuestros ojos que el Señor Jesucristo regresará tal cual nos lo prometió pero por estar llevando una vida sin Cristo, desconectados de él y su voluntad, totalmente entregados a nuestras propias decisiones y deseos que estaremos tan débiles e incluso secos que no veremos ningún gozo en su retorno sino que tendremos miedo de recibirle. 

Como vamos a alegrarnos de su regreso cuando hemos estado postergando y postergando el caminar junto a él en Fe. 

Como vamos a gozarnos cuando sentimos que somos merecedores no de su amor sino de su condenación. 

Como vamos a estar felices cuando hemos despreciado en nuestra vida sus medios de gracia en donde nos ha ofrecido perdón y alimento para nuestras vidas. 

Cuando el venga y no será la 2da opción. 

Sin embargo el Rey de Reyes y Señor de Señores ya había venido la primera vez y aunque no lo hizo en poder y gloria lo que si hizo fue lograr una vez y para siempre el sacrificio más alto posible. El mismo se ofreció a muerte para el perdón de nuestros pecados y con su propia sangre pagar la redención y el rescate tuyo y mio. 

Es por ello que a su segunda venida no nos presentaremos en ninguna manera con ninguna jactancia o méritos propios sino señalando al que si los tuvo. Al Rey que vino humilde y manso a demostrar un camino más excelente al que los hombres habían conocido. 

Su perdón me alcanza y me limpia de mi incapacidad de poder vivir la vida perfecta que DIOS reclama de mí y que yo ahora pueda señalar por FE su obra y obediencia perfecta delante del Padre. Ahora en vez de temer presentarme con algún grado de jactancia señalando mi vida puedo suspirar que el Señor me rescató incluso de mi propio orgullo. El se propició a mi.

Ahora no veo con temor su regreso sino que mi corazón palpita de gozo de saber que he sido salvado y rescatado y voy a ser juntado a su gran familia en donde seré llevado junto a todos los que hemos confiado en el Señor junto a sus ángeles.

El Señor incluso sabe acerca de mis altibajos emocionales y mis cambios repentinos afectados por mis decisiones, errores y deseos que con su obra redentora en la cruz logró un perdón no sólo hace 2,000 años sino que su perdón me alcanza hoy día cuando he falltado. Esta obra redentora también me conecta con su poder restaurador que me ayuda a sanar las heridas del pasado, de mis relaciones rotas y de la vida incrédula que he llevado.

Su palabra fiel se cumple y sus promesas me alcanzan aún a pesar de mis altibajos emocionales, de mis caidas y las muchas veces que he cedido ante la tentación. 

El prometió venir a redimirte y lo hizo y continúa haciéndolo y es por ello que nos dejó su poderosa palabra en donde nos continúa recordando y obrando su amor en nosotros. 

Así que en medio de emociones fuertes, fracasos y derrotas podemos estar firmes y confiados en su palabra que nunca pasará. 

Ahora esperamos su venida con muchísmo gozo, permaneciendo unánimes en la fe, compartiendo todas las cosas y obedientes a su llamado hasta cuando venga.